Hebreo

Llueve y no podemos salir. Miro a mi hija correr por el living, la llamo por su segundo nombre y le pido el control remoto. Me lo trae, y de golpe, entiendo para que vienen los niños al mundo.


Ver un asesinato por televisión puede ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio. En un “llame ya” ofrecen la primer muñeca inflable para perros. En la propaganda una señorita cansada de las repetidas y fastidiosas muestras de afecto de su perro sobre sus piernas, muebles e invitados, descubre la "sexy muñeca canina", un juguete de plástico con medidas naturales de una pierna humana que le permitirá a los dueños de los animales lograr la satisfacción de sus mascotas sin tener que experimentarla en carne propia. La señorita sonríe, mientras el perro se prende a la pierna bombea frenético a su nueva pareja.

Para mí, la muerte de Jazmín, el amoroso perrito de Susana Jiménez, sucedió de este modo: Jazmín, aprovechando que Susana estaba en Miami, armó una festichola y contrató a dos taxi boys, estaban inyectándose heroína y fumando paco, cuando de pronto, jazmín se enderezó del sillón, flotó, y les revoleó un cenicero al estilo anime. La mascota de la diva estaba súper drogado y flotaba con el miembro duro como un garrote. Se armó bardo. Los taxiboys vieron que la situación se les iba de las manos y uno lo agarró del cuello con una goma tubo y lo ahorcó. Luego limpiaron el living, se llevaron todas sus pertenencias algunos objetos de valor y la droga que sobró. Salieron a la calle y tomaron un taxi. El resto es realismo mágico.



Hace algunos años, Mirtha Legrand sorteó en su programa ocho monstruitos que se hicieron con la piel que sobró de sus operaciones. Tenías que llamar y una computadora registraba e imprimia tus datos en un cupón y listo, ya estabas participando del concurso. Mi familia ganó. La criatura llego por correo. La trajo un hombre en una caja de cartón. La bestia era lila, dócil y mimosa como un gato. Esos gatos enormes, de la guerra. Vivía en la bandeja de las frutas de la heladera. Toda la familia lo adoraba. Mi madre, abría la heladera, y la criatura le sonreía. Inseparables desde el principio de los días, el monstruito y yo, caminábamos cogidos de la mano por toda la casa. Me visitaba en sueños, me invitaba a sentarme con ella incluso en la vigilia, en la acción cotidiana de mis días. Yo debuté con él. Me enamoré. Nos enamoramos. Era joven, y la familia se opuso a nuestro casamiento. Pronto se hicieron eco de la noticia los medios de comunicación. Cris morena hizo una obra de teatro con nuestra historia que fue un éxito. Recibimos regalías. Varios dólares que invertimos en la cura de la gripe A. Con el resto viajamos. En nuestra noche de bodas, tuvimos otros hijos. Nacieron con barbijos. Tenían grandes alas. Sobre la cama flotaban los perros. Desde la ligera fisura de las sabanas, espiábamos la escena. Se les veía la panza blanca, de pelaje, como de ballena. Los hijos se alejaban. Los perros no nos dejaron dormir nunca más.

5 comentarios:

  1. Si si, tus criaturas se parecen un poco a mis Otelitos, al lado mio se quejan por el plagio, carta documentos gritan.

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  2. Me lo trae, y de golpe, entiendo para que vienen los niños al mundo.
    El resto es realismo mágico.
    Yo debuté con él.
    Desde la ligera fisura de las sabanas, espiábamos la escena.

    Sos un genio. me da pena q tu talento sea tan desperdiciado. rescatate nene

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  3. rescateillon a las 4!

    genial. en la bandeja de la fruta,
    yo quiero uno.. y encontrarlo al abrir la heladera.
    ¿me lo regalas para Navidad?

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