Es una ley inexorable en la vida de los sexos, la acción anafrodisíaca de la costumbre.

Hoy me quede encerrado en la habitación de mi madre. No había nadie, ni tenia el celular encima porque salía recién de bañarme. Entré a buscar una toalla y la puerta se cerró detrás de mí por culpa del gato. Pero en estás tres horas de soledad, aprendí dos cosas, Primero, que no puedo estar solo. Y segundo, que definitivamente, las faldas cortas me hacen las piernas mas delgadas, y me calzan muy bien.



La señora, Mirtha Legrand, no existe como tal. En realidad, cuando sale a cuadro de cuerpo entero, son dos enanos adosados a un esqueleto de platino que la mueven por un sistema muy complejo de poleas. Los enanos, son dos gemelos húngaros, de 83 centímetros de altura que se desempeñaron en infinidad de proyectos en cine y televisión. Cuando la señora hace, sus clásicos almuerzos, se utiliza una marioneta de medio cuerpo para facilitar la grabación de las escenas. Y esto es, absolutamente cierto.