Verano

En la rambla vi a un hombre mendigando, le faltaba una oreja,
una mano, un brazo, y las dos piernas. Iba Flotando, de turista en turista, con un colador en la boca, pidiendo monedas. De lejos, parecía una mortadela con cabeza. Sobre nosotros se alzaba el casino. De frente, la ciudad se extendía para encontrarse con el mar y con el cielo.





Está lloviendo. No estoy en un café, no miro a la gente,
ni los colores de los paraguas.
Ni me preocupa agregarle algún sentido estupido a las cosas
que se van mojando, a las gotas sobre el asfalto y tal.
No me ataca ninguna inquietud existencialista.
No estoy en París y ni siquiera en buenos aires. No tengo mp3.
Esta lloviendo, me estoy mojando, voy a trabajar. Y es una mierda.

2 comentarios:

  1. Esos me gustaron, sí sí, sobre todo el de la lluvia, pero no te digo más porque sino te la vas a creer, ja!

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