yehaaaaaaaa

Voy a quedarme en la cama
fumámdome ese papel maldito
que me dejaste en silencio ,
con todo eso escrito,
el tiempo que ha de pasar
seguro va a ser testigo,
de alguien que muere de amor
sobre un lecho vacío.
Rodrigo
EL LECHO VACIO


----------------------------------------------------SARAH CONNOR_-----------------

Las chicas del barrio me quieren matar. Porque yo soy el único, la única que puede llevar a termineitor a una reunión de tapper. Porque yo soy Sarah Connor. Y estoy embarazado de hace años. Y mi hijo es el elegido. Esta criatura con la firma de dios en los huesos que amparo entre lagrimas bajo las tripas, va a salvar al mundo. Porque yo me volteé a los dos enanos que se disfrazaban de julio López, y ellos me lo dijeron por mail, antes de desaparecer. Pero lo que no saben las brujas del barrio es que a mi no pueden matarme, hacer daño hacer daño, está visto que no pueden hacerme daño. Porque yo soy mitad robot. Porque yo tuve un accidente automovilístico hace años, un accidente tremendo que me dejo en las puertas de la muerte, y la única esperanza de sobrevivir que tenía era la aplicación de una tecnología de vanguardia ultra secreta que me fue ofrecida por la C.I.A. y ahora puedo convertirme en cualquier Celebrity. Por eso no salgo a la calle. Porque estoy cansado del peronismo. Realmente cansado, cansado del hada rubia, del primer trabajador.


__________________el punga---------------------------------------------

Ayer me dije, me boxeé un travesti, en el Bondi. En patines. El guacho estaba en patines. Y patinaba. Esquivando piñas. Patadas. El guacho. Esquivando. Nudillos y cabezazos. Por un asiento, al fondo. Me di. Era un tipo de tucu, mano. Era un mano a mano. Y en cada patada, que me encestaba. Me hundía. Con las ruedas me abrió un tajo en la cara de sonrisa china.Me dije. Me está matando a palos. A. Me dije. Mi cara quedaba una sola sonrisa de tajo. Changos. Y. El Bondi y el Bondi que seguía: marchando su marcha por los barrios. Y los asientos que se ocupaban y desocupaban. Me dije, en este barrio le roban a Rambo. Me dije al oído, esquivando un golpe de chaco. Acá le roban a. y corrí al chofer. Abrazar lo, abrazarlo no podía abrazarlo. Y me dije. Esta lucha es interna. A fondo. En lo que duro la reyerta. Ya venia perdiendo y a contramano. El asiento había perdido en esa contienda. Y el chofer y el travesti se venían en guiños de alcoba y de cama. Me baje en la próxima parada. Les dije. Me bajaron. Abrieron la escotilla y la crucé, pase volando, en la mejor imitación de un chileno en baño, crucé de la escotilla a la calle. Y me dije. El Bondi se iba. Como de un largavistas al revés. Me quede con un seno falso en la mano. Y me dije, si yo hice para merecer esto.

quiero tranzar.quiero tranzar. quiero tranzar.
Hoy es un día especial para tranzar, tranzar por amor, para la paz. Estoy hermoso, me siento una reina. Tuve un sueño, llovían bananas en la playa, y yo bailaba. Un negro de Copacabana, que ya no viola a sus hijos por un real, estaba sentado en la punta de una palmera y tiraba bananas que sacaba de un morral que tenía atado al cuello. Brillaba el negro, brillaba. Y yo estaba abajo, bailando. Y hoy simplemente para ser feliz, debo subir al colectivo y agarrar al colectivero del cuello de su camisa celeste y besarlo, besarlo fuerte. Pero me rechaza, me trata de loco, de puto, entonces me bajo del Bondi , me saco los zapatos y camino por la vereda, me acuerdo de que tengo que comprarle la cerveza al Omar, y entro al supermercado de los chinos, pensando en el chofer, que se negó a ser amado, y empiezo a tirar las cosas de las góndolas, los lácteos al piso, las galletitas, los fideos al piso, los productos de limpieza, los chinos al piso, y el peruano que trabaja ochenta horas por día en la verdulería se mete atrás del mostrador, pega un grito se arranca los pelos, se muerde la orejas y se tira atrás del mostrador, yo me calmo, me llamo la atención el peruano. Y me acerco, haber que le pasa. Y estoy a dos pasos y el peruca sale como un tigre y de un salto se para arriba de la maquina registradora y abre la caja de una patada, agarra la plata y la empieza a tirar. El dinero vuela. Llueve. Y yo bailo, agarro a un chino adolescente y me lo tranzo, y lo beso hasta que se desmaya. Queda desnudo revoleando su ajustada maya de surf. Como si fuera un sueño. Como si fuera un sueño. Un poema del diego.


Menem vive.


Y menem me acaricia la barbilla, me aplasta una teta con la cuchara y me dice. Que no puedo morir, que surfear sobre un cohete argentino es lo mismo que encerrarte a mirar la temporada del chavo del ocho. La temporada completa en DVD. Pero él lo dice, lo dice, porque no quiere que yo encuentre a mis padre. Y yo miro mi reflejo en la cuchara, mi reflejo chiquito, en la joroba de la cuchara, que me deja la cara como una gota. Porque este piyama, este piyama blanco a tiras negras perteneció a la Zulema, a su estilo. Y no es de mi estilo. Y Carlos repite, no te podes morir guachín, sos mi mundo sos. Yyyyy. Y yo, yo muevo las orejas como un loco, un chileno: Me mata, me encanta cuando se preocupa por mi. Y le digo, pone la Barbie en la bolsa de colostomía, si me pasa algo en este hospital quiero que ella se testigo. Pero el no me escucha. Y agarra al viejito que está internado al lado mío, que esta tratando de levantarse, apoyándose en su bastón trípode. Le pega una patada voladora al trípode y el viejo y el bastón saltan al carago, y Carlitos agarra al viejito de las orejas, y lo empieza a revolear por toda la habitación. Y el viejito vuela, va en el aire como braceando en manteca de cacao. Y lo veo al pobre anciano chocar contra los vidrios de la ventana y traspasarlos. Su voz cayendo al vacío desde el quinto piso del hospital Regional. Y menem me mira, porque ya sabe, que estoy embarazado de él. Que espero un hijo con la firma de su sangre. Porque sabe que nuestro hijo será el nuevo pele.




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