Desperté con un dolor a la altura del ombligo, me miré en el
espejo y noté que tenía un huevo. Estaba embarazado. Me hice
una pequeña incisión quirúrgica y vi al chico. El tiempo
pasa de
dos formas, o no pasa. Salí a la calle, sosteniendo al niño.
Tomé el teléfono y hablé a mi madre. Tengo un chico en el
cuerpo, le
dije. Cuídalo, me dijo. Necesitaba ir al hospital. La ruta
se
extendía infinita frente a mí para encontrarse con el cielo
y la
ciudad. Estaba perdido. Dos jóvenes se acercaron a pedirme
comida. “queremos faturas loco. Queremos masitas”, me
decían.
Eran los gremlins y les pedí que me acompañaran al hospital.
Un negro de Senegal que pasaba me ofreció una cadenita con
un
dije de un corazón de fantasía dorada si me acostaba con él.
Le
dije que no, que estaba por dar a luz un gato. Paramos un
taxi y compramos
masitas, nos tomamos un colectivo hasta la costa y caminamos
por la playa. Entonces el morocho de senegal me dijo “mirá
Nicolás,
nunca creí que alguna vez iba a ser papá de alguien, menos
de un gato,
pero la verdad, si tuviera que elegir una persona en todo el
mundo te
habría elegido a vos”. Sonreí; y tranquila, se me salió el
chico.
Como quien pierde algo, espera que vuelva y se olvida.
Tengo un amigo que la otra vez venía re loco de una fiesta y
le había pintado el bajón y tenía toda la gula junta y no tenía plata para
comprarse nada entonces venía caminando con las manos en los bolsillos y la
luna y el cielo estrellado y la calle vacía y recordó la película el secreto y
la ley de atracción y empezó a desear algo para comer y en eso que está
visualizando aparece una bola de luz que
era como un ovni y se asustó pero después la luz se posó encima de él y no era
un ovni y cuando miró bien era dios arriba de una nube voladora y mi amigo le dijo "dios, tengo
hambre" y dios le dijo "¿qué querés comer?" y mi amigo le dijo
“un pancho, un chori, algo conciso” y dios
roció un árbol con un polvo
mágico y del árbol empezaron a crecer frutos y dios creo el choripancho, que son panchos
pero en vez de pan tienen un chorizo rodeando la salchicha y mi amigo empezó a
bajar choripanchos y se sentó a comer en la vereda y cuando terminó miró a dios
y dios le dijo "cruzate a esa casa de enfrente y abrí la canilla que sale
cocacola fresquita" y mi amigo cruzó y bebió y le dijo a dios
"gracias, me cayeron re pesados" y dios se fue y desde lo alto le
tiró una porción de flan y mi amigo se sintió feliz, porque sabía que algo lo cuidaba
desde arriba y era dios y dios es también un milagro y un amigo.
***
***
La
belleza es posible.
Guillermo
Andino es el hombre más hermoso del mundo.
Es
un monumento a la raza humana.
Tiene
cutis perfecto, de porcelana radiante.
Unos
ojos, expresivos y sensuales, que viajan
directo a tu corazón.
Una
voz sincera y maravillosa,
que
es como un OVNI
saliendo
de una pirámide Egipcia.
Todo
lo que brota de sus labios es verdad,
es
música para el alma,
música
espontánea y divina
que
conecta a la gente con la realidad.
Una
realidad más maravillosa, más realidad.
Lo
imagino, saliendo de la cama,
abriendo
la ventana con toda la buena energía que emana
su
piel bronceada por los días dorados.
Me
imagino que abre la ventana y entra Dios en forma de sol.
lo
alza y lo lleva al cielo.
Ahí
los ángeles lo maquillan con polvo de estrellas.
Cubren
su cuerpo con trajes hechos con luz de lunas hermosas.
Y lo
depositan adentro de la televisión, para
que haga feliz a la gente,
para
que la gente se de cuenta que la belleza del ser humano, es posible.
A
pesar de la mala onda que hay en el mundo.
leerte a vos es como mirar dibujos animados me lo imaginé tod
ResponderEliminarel otro dia me puse a buscar las cajas de madera que la gente deja en la escollera, esas cajitas que contienen ceniza de gente que la hicieron paté, y habia entre las piedras una muy bonita, toda decorada, pero estaba como pegada o adherida a una roca.
ResponderEliminarmire bien y lo que la mantenia tan pegada era una placenta humana, seguro era la tuya de haber leido esto antes, me la traia y te la pedia de ahijada.
ja, gracias por pasar nico
ResponderEliminarMe gusta leerte. A veces soy algo vaga para postear después. Tampoco importa, el placer es leerte, no comentarte. Saludos desde el Titanic (España).
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