UnJesús transformer

Roberto Arlt, sos un gil. No quiero verte más, ni a vos ni al pan triste de Erdozain, y menos al emo ese de Astier. Me parecen los tres unos pelotudos. Por qué no le decís al cornudo de erdozain, que invente una maquina para viajar en el tiempo, y se van los tres y se van bien lejos, lejos del barrio del mundo, del sol. Porque no se van a la prehistoria mejor. A la época donde jesús convivía con los dinosaurios.





Después de mirar a Catherine Fulop en Fox Sport, mamá sale volando por la ventana de la cocina. Flotando, pasa encima de mí como la ballena Willy. Cruza el patio y encara en dirección a la villa. Mi madre pasa volando por la plaza hablando sola, creyéndose Peter Pan, creyéndose Cris Miró, le comieron la cabeza los noticieros, la inseguridad. Mamá pasa por los pasillos, tratando de hacer justicia por mano propia, pasa por los pasillos de la villa levantando pendejos de los calzoncillos, levantando criaturas de las orejas; causando la furia de las madres que le sacuden con lo primero que encuentran. Mamá se esconde de los padres que abren fuego contra ella, se esconde de los proyectiles y de la balacera en un poste de luz. Sin querer, toca con una teta un cable pelado de alta tensión, recibe una descarga eléctrica y cae de espaldas sobre los villeros que la arrastran de los pelos. Pero mamá logra escaparse de los Billiken y con dos pendejos usados como chacos se abre paso como un remolino, como Chuck Norris, y logra llegar a la avenida. Mamá voltea a un delivery de pollos y se sube a la moto y escapa por la autopista con un pollo agarrado a su cintura, con un pollo de rehén. A mamá no la volvimos a ver. Pero la Fulop sigue levitando todos los días en Fox Sport. Rebotando de una esquina a la otra de la pantalla, como el logo de DVD.





Estaba cenando, cuando de repente, del crucifijo de
aluminium que cuelga de la pared, se descrucifico Jesús y
salió volando. Me hicieron gualicho me dije. Volaba como los
pájaros, de costado. Voló por encima de mí y se posó en mi
hombro. Acá tengo que pedir uno, dos, tres deseos me dije.
Pero no, no era Jesús. Era un transformer. Y se transformó
en una motocicleta en miniatura. Yo me subí y salimos por
la ventana. Mientras bajábamos por las paredes del edificio,
yo me dije, el dinero es más difícil y más raro que el amor.
Por eso, hay que salvarlo como sea.



Estuve toda la tarde andando en moto con Guillermo
Andino. Estaba en la plaza y apareció en una motaza
increíble. Me preguntó si quería ir a dar una vuelta por la
costa. Bueno le dije, y subí. La estaba pasando genial. La
brisa marítima lo despeinaba y la gente no paraba de
saludarnos. Pero todo se fue al carajo cuando me preguntó
si me gustaba hablar con los animales. Yo le dije, pará gil,
que te pensás? ¿Que por qué soy negro como el Dr. Doolittle
puedo hablar con los animales? El chabón se re calentó, me
bajó de la moto y me dijo, que te pensás villero, que sos Brad
Pitt, y se fue.