El doble.

Estoy buscando algo en la biblioteca, cuando de pronto, el muñeco del burrito ortega del mundial 98, señala un libro. Mira que linda novela, me dice, vos tendrías que escribir algo así. ¿Qué decís? Si, tendrías que escribir algo que se venda, ya vas a ver cuando te hagas famoso, me lo vas a agradecer; y me mira con una sonrisa cómplice. Yo no lo puedo creer, hace dos años que lo tengo en el segundo estante de la biblioteca y nunca me di cuenta, es igual a mí.


otra versión



Tirando los libros a la mierda, pateando los souvenirs, el muñeco del burrito Ortega

del mundial 98, salta desde el segundo estante de la biblioteca. Pasa el sol y lo ilumina. Pasa el viento y lo despeina. Cruza todo el living bailando y se viene hasta mi cama. Se mete bajo las sábanas y me despierta, quiere que bailemos cumbia.

Prendo el minicomponente y bailamos, toda la noche bailamos. Es cosa cosa de bailar y no parar, es co de escuchar la cumbia y no parar de tranzar. Es una cosas cosa maravillosa. El muñeco del burrito Ortega del mundial es el mejor. Es increíble. Cuando lo veo bailar, siento que tenemos alta conexión, onda Frodo con el anillo, los chabones azules de Avatar con el planeta, lo hippies con el pachuli. O los de seis, siete, ocho, con Kirchner.

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