La espera.

I
En la televisión dicen que la Mona Jiménez tiene gripe porcina.
Que se contagió en Cancún.
Y que permanecerá encerrado en una burbuja de incubación hasta que se recupere. Días aburridos como estos, no se ha visto.
El gato hace ruido con la boca mientras come su comida para perro.
El perro panza arriba con las piernas abiertas se frota el pelaje contra las sábanas.
El día pasa.
La cortina tiñe la ventana de una engañosa transparencia
y no nos deja ver bien que esta sucediendo allá afuera.
El ruido a cuidad que disminuye, nos hace creer que todo es un engaño, que no pasa nada.
Pero hay que esperar, no queda otra opción.
Aunque la espera sea la enemiga del placer.
Aunque los actos de espera acerquen a los hombres a la desesperación, aumenten las especulaciones y ensanchen la brecha entre el deseo
y el cuerpo que espera.
Pero hay que esperar, no queda otra opción.
Mientras tanto en la televisión, la Mona Jiménez
posa dentro de la burbuja para las cámaras, como un feto, simiesco, flotando en formol.