Se abre la cama

Se abre la cama y de entre estos muchos acolchados aparece un pequeño mamífero de cuatro patas de pelaje espeso y suave, que hasta hace poco estaba en la otra habitación. Blanca la espalda, también son blancas las patas y las orejas.
Lenta, con un solo movimiento, se sube a la mesa, donde se despereza en silencio, quieta, manipulando los engranajes del instante, calibrándolos, para hacerlo estallar.

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