yo no miento, solo mezclo lmal los recuerdos.

Había un jarrón chino de barata
con rosas pimpollo de plástico,
una cama con las sabanas
finamente separadas por almohadones de croché.
Las manos, con una tarjeta,
aislaban con reverencia
unas líneas sobre un plato de porté.
Recuerdo sobre todo
las uñas cortas y rojas que, en una de sus visitas,
hace la ansiedad.
Estoy seguro que recuerdo,
o es que el tiempo que entiendo
no es mas que el espacio
entre una noche y la otra.

1 comentario:

  1. Estaba buscando el cuentito del hippie, y encontré este que me gustó mucho más.
    yo adopté un hippie un día y luego se extravió. Son cosas que pasan.

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