Improvisados y sin sueño

buscamos una peli en la televisión.
Pero no pasa nada.
Siempre llegamos a entender las cosas sobre las cosas
cuando estas se vuelven contra nosotros.
Y afuera la lluvia nos demuestra sus resultados
como una cancioncita que escuchamos tanto que ahora
nos resulta insoportable.
Lo nuestro es algo simple y pobre, pero es tan breve como bello,
y mañana nadie va a recordar nada..



Había comido mal;
me dolía la panza,
estaba mareado,
la cabeza como en un tamagochi,
no me podía dormir.
Fui al balcón y me puse a pensar.
Me acordé de la frase de un amigo
“ahora que trabajo,
se lo que es ser un inútil”.
Un árbol delgado, casi sinuoso,
emerge desde las baldosas
como un esqueleto deforme,
intentando asomarse por la ventana.
Abajo en la calle y en los recuerdos
las personas que extrañamos
no aparecen
hasta que surgen en el lenguaje.
Las ramas contra el vidrio
se parecen a miles de manos tratando de entrar.
Esta vida es tan bella como ordinaria,
como esas flores artificiales que venden los chinos
en sus negocios.
Pero yo voy y me lo creo todo,
y así soy feliz.

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