que duerme en la bañera.

Que se persigan peronistas en jeep se los corra por el asfalto se los casen para hacerlos pelear en la cancha de river contra rotwailers y se nos prepare, con folletos, campamentos y películas para una guerra contra Japón por la ciudad de mar del plata; al hombre que duerme en la bañera no le interesa. No le interesa que hayan secuestrado a Tinelli los japoneses, no le interesa tampoco que estén bombardeando los teatros de verano. Que el cadaver de Nito Artaza sea llevado en ancas por una caravana de turistas y vedettes. Que los peronistas se inmolen en los recitales de la bersuit. Porque en el ocio, el placer y la nostalgia son paganas. Y eso no lo sabía perón.. Porque el hombre del balcón sabe que el diego lidera el batallón anti aéreo. Y baja aviones japoneses al tin tin desde el hotel provincial. Porque el hombre del balcón sabe que el diego lidera el batallón anti aéreo. Y baja aviones japoneses al tin tin.


La escena estaba tan adelantada, pensó Nicolás, que mucho mejor que entrometerse era sentarse y observar como el diego le arrancaba un dedo Cris Miro y se lo fumaba. La gente se peleaba para darle fuego, daba pitadas profundas, se le hinchaban las piernas, se sentía en el aire como la energía le volvía al cuerpo. Pero si en tu cabeza, Nicolás Pedretti, tenes un chip que te pusieron los alienígenas la ultima vez que te abducieron, en que barco buscarías refugio para escapar del hombre con barba que revisa tu basura, si en tu ultimo informe descubriste
que la homosexualidad es causada por el uso excesivo del bidet en la infancia y si ayer
te encontraste en la playa haciendo huequitos en la arena sin ninguna razón buscando con la uña la arena húmeda mientras.
¿a quien le vas a pedir ayuda cuando se te caiga el techo encima?




Aunque el mar este cerca y en el auto sobre la arena se pueda girar hacia la derecha y haya posibilidad de quedar varados, hay algo que sabemos, y mejor que esos locos que intentan clonar tinellis inspirados en la película los niños del Brasil; la heterosexualidad es épica y falsa, es guiada por los aspectos cromáticos, formales y estructurales de ciertos momentos que no tratan de imitar modelos o formas naturales. Y no somos más que eso, el pliegue de una sabana que por momentos podría confundirse con un cuerpo.

Y si la mujer que estaba embaraza, que no le diste el asiento en el colectivo, y el chofer que tuvo que frenar porque se cruzo una fila de patitos hermosos que venían de jugar en el estanque. Y en la frenada, brusca e inesperada, a la mujer se le escapa el feto ¿Qué vas a hacer? Lo vas a cuidar vos? Si, me lo voy a llevar a mi casa, porque hace mucho que quería quedar embarazado y no podía, lo voy a llevar y cuidar. Porque siempre quise tener un hijo con poderes, que sepa volar, eso me gusto siempre, me gusto desde que me disfrazaba de evita y asustaba a los jubilados en el asilo, desde que me disfrazaba de Ceferino namuncura y corría a los autos en la avenida. Pero para eso tenes que casarte de vuelta. No, porque nunca encontré a nadie con quien me gustaría vivir, y aunque lo hubiese encontrado no me hubiera vuelto a casar, ¿Por qué tendría que casarme ahora que mi vida con este feto cabezón esta llena?



Ahora que se destapo la olla, que se descubrió el fraude de los robots en el senado. Quien puede ir tranquilo al almacén. Quien puede ir a la playa y tirarse sobre una manta de nylon blanca y negra , hundir los pies en la arena caliente y pensar que el amor es una sensación de dolor en la parte superior del abdomen y que va generalmente acompañada de náuseas, pesadez o gas, sensación de estar lleno y algunas veces delirios. Nadie, nadie porque los Yankees envenenaron el agua. Y ahora nos controlan como si fuéramos perros en desuso. Ni yo, ahora que soy mujer, ahora que dios, que, lo siento se me trabo la lengua, es muy posible que me caiga desmayada, que me me valla de boca contra el piso.




Como se dieron los peluqueros. Se tiraban con pelucas. Usaban a los gatos como chacos. Se echaron spray en los ojos. Los turistas desde los balcones brindaban con Martini, el sentido práctico de las nubes se prolongaba ante el horizonte. Pero a veces te encontras sin ninguna razón dibujando caballitos de mar en el cuaderno, como los de aquaman, la sirenita, y no se te ocurre nada y te gana el sueño.
Pero tenemos celulares, pero tenemos celulares, y podemos mandarnos un mensaje de texto para encontrarnos en la playa y fumar uno.

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